Si hay algo que caracteriza a la mayoría de los galleg@s es que somos de buen comer. No lo podemos negar nos pierde una buena comilona rodeados de amigos y familiares, un buen vino o unas cervecitas y somos los más felices. Da igual que sea un restaurante de 3 tenedores que una barbacoa en el campo, o una comida casera. Somos lo que comemos y los gallegos vamos bien servidos.
Por eso nos encanta como a todos los españoles el buen tapeo. Salir a tomarse unas cervecitas y unas tapas es el mejor bálsamo para desconectar después del trabajo, compartir tiempo con amigos, compañeros o familiares al tiempo que se disfruta de pequeños manjares.
En los últimos años, en Galicia están surgiendo un buen número de concursos de tapas a lo largo y ancho de nuestra geografía. Éstos se desarrollan en su gran mayoría durante la época otoñal, como revulsivo frente a la estacionalización que se produce tras el apogeo de las terracitas veraniegas.