4 may 2012

Compostela y el Transcantábrico clásico

     
     Aprovechando que esta semana cruza el norte de la Península el Transcantábrico clásico como si de un crucero se tratase, queremos acercarnos un poco más a este tipo de turismo. Hablamos de los trenes de lujo, no aptos para todos los bolsillos. El ferrocarril que nos ocupa (Transcantábrico clásico) realiza el recorrido León-Santiago de Compostela o viceversa cruzando la España verde durante 8 días y 7 noches.
Siendo francos, el recorrido Santiago de Compostela-Ferrol y el mismo en sentido contrario se realiza en autobús, pero en el itinerario del Transcantábrico se fija como destino final la ciudad de Compostela. Este hecho es debido a la inexistencia de vías ferroviarias estrechas por las que debe circular el tren Transcantábrico clásico perteneciente a la empresa FEVE (Ferrocarriles de vía estrecha). Tampoco debemos olvidar que Santiago tiene una mayor relevancia en términos turísticos y administrativos que otros territorios gallegos  y que goza de mejores  vías de comunicación para el regreso o llegada de los turistas que embarcan en esta aventura.

Interior Suite.  Fuente: eltranscantabricoclasico.com
      El despegue inicial de este tren turístico tuvo lugar en el año 1983 gestionado por la empresa FEVE. Aunque los primeros trayectos no realizaban el recorrido actual, teniendo como meta final Ferrol. No fue hasta el año 2009 cuando se produjo la incorporación de Santiago como destino final, así como otras ciudades del norte que acabarían completando el actual itinerario. Dentro del mismo se configuran una serie de visitas a ciudades o pueblos turísticos incluyendo tours guiados a lugares emblemáticos. El precio por una semana recorriendo el norte de España a través de este ferrocarril ronda los 2.500€ por persona con todo incluido. Es, sin duda, un turismo destinado sólo a unos pocos, dispuestos a desembolsar importantes cantidades monetarias, especialmente en el momento actual. 

Salón-comedor Fuente: eltranscantabricoclasico.com
Teniendo en cuenta el tipo de viaje y sus características parece claro que el target al que va dirigido este  turismo de lujo es gente con un perfil definido: personas entre 33 y 45 años con un poder adquisitivo medio-alto que busca vivir nuevas experiencias, diferentes a lo ya vivido, bajo una atención personalizada. Sin embargo, este perfil actual del turista de lujo ha variado significativamente a lo largo del tiempo. Hace años se asociaba a personas de edad con grandes riquezas que dedicaban gran parte del año a viajar por el mundo. Hoy en día, la ostentosidad que caracterizaba a esos turistas de lujo se ha perdido en favor de un tipo de turista más austero.
  
Lo que es evidente, es que el turismo de lujo sigue en alza a pesar de la crisis, aunque se haya vuelto menos ostentoso, pues aquellos que gozaban de buena posición económica la siguen manteniendo y pueden disfrutar de iguales o mejores servicios que hace unos años.

y  a vosotros lectores ¿que opinión os merece este tipo de "cruceros terrestres"?



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