Existen dos personalidades en Santiago que muchos ya conocen incluso antes de llegar a la ciudad y otros muchos las descubren durante su estancia. Nos referimos a las dos Marías. Esas dos mujeres cogidas del brazo que nunca se separan, siempre van juntas con sus bolsitos en la mano y sus pañuelos resguardándose del frío. Tanto los turistas, como los jóvenes que pasean por la Alameda, donde se sitúa la figura, buscan encarecidamente sacarse una foto con las dos mujeres. Sin embargo, detrás de todo lo simpático de las fotos que se sacan con ellas se esconde una dura realidad en su infancia.
Estas pintorescas mujeres, hoy retratadas para el recuerdo en una estatua en el parque da la Alameda, eran dos hermanas que tenían la costumbre de salir a pasear todos los días a las dos de la tarde por las inmediaciones de la Alameda. De ahí que también se les conociera con el nombre de las Dos en Punto, hora a la que era habitual verlas en su paseo diario. Coralia y Maruxa, como así se llamaban, vestían y se maquillaban de forma muy colorida para su edad, tanto, que no pasaban desapercibidas. Formaban parte de una familia obrera de 11 hermanos que vivía en la calle Espirítu Santo, desde donde salían todos los días a su particular ruta por las calles de Compostela.
El colorido de su atuendo no es reflejo en lo absoluto de la cruda realidad que tuvieron que vivir tras la Guerra Civil, siendo víctimas de represalias continuas por parte de falangistas que las maltrataban para sonsacarles información del paradero de sus hermanos (tres de ellos eran miembros activos de la CNT, uno murió durante la Guerra y los otros dos consiguieron huír). No se sabe a ciencia cierta lo que tuvieron que sufrir, pero algunas voces hablan de humillaciones, tratos vejatorios y violaciones. Algunos afirman que ese maltrato reiterado que tuvieron que padecer desde muy jóvenes las llevó a una situación de locura, pues eran muchos los que decían que estaban locas. Su imagen pública no hacía más que deteriorarse, tachándolas de anarquistas, por lo que perdieron los pocos ingresos que ganaban como costureras, llegando a vivir gracias a la caridad de los vecinos que las ayudaban sin que ellas se percataran. Fue a principios de los años 80 cuando fallecieron ambas, con apenas tres años de diferencia.
Hola! Rogaría reconociesen la autoría de fotografía original de las hermanas Fandiño al fotógrafo coruñés, Luis Carré :)
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